sábado, 16 de junio de 2012

TÚ CONOCES

Esta mañana he compartido asombro con el rey David porque me ha tocado leer algunos textos del Salmo 139, un salmo que se detiene a revelarnos algo de la omnipresencia y omnisciencia de Dios, atributos que el mismo escritor inspirado, reconoce no comprender porque exceden con mucho la capacidad de nuestra mente finita, pero que nos muestran cómo es Dios y, especialmente, el conocimiento que Él tiene de cada uno de nosotros.
Esta idea siempre viene a mi mente cuando disfruto con la vista privilegiada desde la ventanilla de un avión en tanto que no ha alcanzado su mayor altura de vuelo y podemos distinguir los pueblos, las ciudades, el conjunto de grupos de casitas que componen la extensión que vemos desde esa altura… y enseguida se me ocurre ¿cómo es posible que Dios nuestro Señor pueda conocer hasta el más mínimo detalle de mi vida cuando que soy menos que una hormiga en medio de la arena de una inmensa playa? Porque eso es lo que nos da a conocer el salmista, que Dios nos conoce al detalle, porque es DIOS. Que desde que nos estábamos formando en el embrión de nuestra madre, se estaba cumpliendo punto por punto lo “planeado” por Dios en “su libro” (v.16) respecto a cada cual, algo que de ninguna manera comprenderán muchos que tratan de razonar porqué Dios ha permitido que nazcan de tal o cual manera o forma, aunque los que creemos en Él, en Su poder, en Su conocimiento, en Su grandeza, tenemos que reconocer que, aunque no lo comprendamos, Dios está tan lejos de nuestro entendimiento, admitimos que Él sabe todo y conoce los porqués. Si nosotros los conociésemos también, estaríamos casi a su altura y seríamos pequeños dioses, pequeños y peligrosos dioses…

martes, 5 de junio de 2012

Titubean los reinos

Me escribe un hermano desde EEUU preguntándome por la situación en España. Las noticias que llegan allá son alarmantes y, claro, las cosas desde lejos no se ven en su justa medida, aunque desde cerca también, solo vemos lo que nos dejan ver..., lo demás lo intuimos con más o menos acierto.
Cuando uno solo tiene como base para su vida el dinero, es fácil que cuando ve tambalearse todo a su alrededor busque algo a lo que agarrarse para que en el más que probable derrumbe, no lo lleve a él por delante. Se vive un poco al compás de las noticias financieras; cada día nos bombardean con palabras y tecnicismos que a fuerza de oírlos una y otra vez, han llegado a hacerse familiares: deuda pública, prima de riesgo, recortes, economía sostenible, un montón de siglas... PIB, FMI, BCE, etc. Y especialmente todo lo relacionado con los números rojos de la Bolsa con unos gráficos descendentes que producen miedo cuando nos muestran esos perfiles con forma de precipicios vertiginosos que perforan el suelo y se pierden en el abismo...

Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.