viernes, 28 de diciembre de 2012

Contando nuestros días

“Enséñanos a contar nuestros días, de tal manera que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12)

aprovechando_los_años
Finalizamos un año más, pero no un año cualquiera: por causa de la crisis financiera, fundamentalmente, va a ser un año que perdure en la historia y mucha gente no lo olvidará fácilmente, aunque dicen que el tiempo todo lo cura (y lo olvida). Pero el año ha finalizado con anécdota y expectación mundial: se ha hablado, una vez más, del fin del mundo. Alguien divulgó que el “calendario maya” finalizaba el 21 de diciembre del 2012 y eso se podía interpretar como el fin de una era o el fin del mundo, según como se quisiese ver, aunque el sensacionalismo de los noticieros, prefirió decantarse por lo segundo. La mayoría de la gente se dedicó a bromear sobre el asunto; no sé si por dentro correría algún tipo de inquietud, pero dicen que hubo algunos más aprensivos, supersticiosos o ingenuos que, por si acaso, se dedicaron a proveerse de un bunker o similar, anti catástrofes y a llenarlo de víveres para resistir lo que pudiese echársenos encima. Yo no sé si esto es cierto porque no tengo forma de comprobarlo, pero sí sé que la noticia hizo correr “ríos de tinta” y dio la posibilidad de poner sobre la mesa las mil y una teorías de cómo será el fin del mundo si es que llegase ese fin.
Como ya ha pasado la fecha y no ha ocurrido nada, ahora se hacen bromas sobre el asunto, se recuerda que “seguimos aquí”, y se pierde la preocupación sobre qué pasaría si se acabase el mundo, lo que deriva en despreocupación por el más allá, “a otra cosa mariposa”, “hablar de esas profecías es perder el tiempo”, etc., etc., aunque para no perder del todo el interés, ahora se está hablando, aunque menos, que dentro de veintitantos años, una roca que viene viajando por el espacio tiene alguna posibilidad de chocar con la Tierra y, como resultado del impacto, desaparecerá la vida de su superficie tal y como la conocemos ahora.

domingo, 23 de diciembre de 2012

La cantinela


Ayer ha sido un día especial en nuestro país, se celebraba el sorteo de lotería de Navidad, una “cantinela” que recuerdo desde siempre por estas fechas y que machaconamente repite cientos de veces la palabra “euros” (antes era “pesetas”) que a mí me suena a una especie de rezo cantado y repetido para gozo y deleite del dios de este mundo “don Dinero”.
Luego, en los informativos, se repiten las imágenes de los “afortunados” ganadores, abriendo botellas de cava, esparciendo éste sobre los sonrientes e histéricos coristas que rodean al sufrido reportero, y repitiendo ante la cámara la lista de parientes y amigos a los que les ha “repartido” su número agraciado. En el tiempo que nos está tocando vivir, con tanto paro laboral y con la presión añadida de la crisis económica, es agradable ver la felicidad espontánea que traen estos premios entre los más necesitados y nos congratulamos unos a otros repitiéndonos las frases de todos los años: “ Al menos le ha tocado a gente necesitada…, a trabajadores en paro…, a algún inmigrante en apuros…, estos premios están muy repartidos…” Y por unos instantes, parece que la justicia ha actuado sin mirar categorías…, al menos hasta el próximo noticiario.
Pero hay una frase que he oído ya varias veces en la radio, que me golpea como si de un directo al mentón se tratase y que, creo, ha sido la chispa que me ha impulsado a escribir esta meditación. El locutor dice muy convencido: “… y este sorteo marca el inicio de la Navidad… ¡ahora sí! ¡ya estamos en Navidad de lleno! Hoy se da el banderazo de salida a estas fiestas que en nuestro país finalizan el día 6 de Enero “el día de Reyes.”

jueves, 13 de diciembre de 2012

ORACIÓN


¡Oh Señor, cuánto necesito Tu Compañía! ¡Cuánto anhelo morar en Tu abrigo, bajo Tu sombra, mi refugio, mi castillo!(1)
Siento frío en la compañía del mundo, no se respira solidaridad, si acaso, atisbos… un poco aquí, un poco allá, pero muy poco. Falta la calidez que despide Tu Amor, falta la seguridad de tu cobijo… entonces lo echo en falta, necesito acurrucarme bajo Tus plumas, refugiarme debajo de Tus alas (2). ¡Es tanto lo que nos das! Llenas nuestra alma, rebosa nuestro corazón, Tú, oh Jehová, para siempre eres el Altísimo. Mil años delante de tus ojos son como el día de ayer que pasó; desde la eternidad hasta la eternidad, Tú eres Dios (3).
Mi alma tiene sed de ti, del Dios vivo (4), y se sacia en Tu Palabra. Lo sé, Tú ya nos lo has dicho: el que medita en Tu Palabra de día y de noche, será como un árbol junto a corrientes de aguas, un árbol que da su fruto a su tiempo, un árbol de hoja perenne (5). Enséñanos a aprovechar nuestros días de tal forma que traigamos sabiduría a nuestro corazón (6).
¡Qué efímera es la vida sin Ti! Ahora me doy cuenta. Tú eres el Dios todopoderoso y tienes Tú Plan. ¡Es grande formar parte de ese Plan! Me miran asombrados… sus ojos tienen la mueca de la burla… ¡formar parte de ese Plan! ¿será iluso? Podría serlo si dependiese de mis méritos pero no depende en absoluto. Los méritos son de Jesucristo, todos, y el que cree en Su Nombre, tiene Vida Eterna (7). No lo he dicho yo, ni me lo he inventado. Lo has dicho Tú, Todopoderoso, Rey, Creador y yo, así lo creo por la fe que Tú derramas en los corazones arrepentidos.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Obstáculos


Soy un admirador de la obra de D. Ernesto Trenchard y hoy, leyendo el prólogo del librito “Escenas de la vida misionera en España” editado por CEFB, prólogo escrito por D. Samuel Escobar, descubrí algo de la vida de D. Ernesto que desconocía: En Agosto de 1944 y como consecuencia de una caída sufrida en Noviembre de 1942, sufrió la amputación de la pierna izquierda lo que le llevó al borde de la muerte.
Esta noticia me impactó porque hace muy pocos días que he leído el libro de Nick Vujicic “Una vida sin límites” y, para quién no lo conozca, diré que Nick es un joven que nació sin brazos ni piernas pero con un coraje, una fe y unas ganas de vivir que le han hecho ser conocido a nivel mundial por su ejemplo inspirador para vivir una vida completamente feliz superando todos los obstáculos inimaginables. Son famosos los vídeos “colgados” en Youtube en los que se ve a Nick en patinete, o haciendo surf, nadando en la piscina o en el mar, haciendo música, peinándose o afeitándose con todo tipo de artilugios e ingenios y, como para poner el broche de oro, ante grupos numerosos de gente de todos los tipos, grupos de jóvenes, empresarios, congregaciones, etc., y todo eso en cualquier parte del mundo.
¡Nick carece de brazos y piernas! Solamente dispone de un pequeño “apéndice”, como si de un pie extraño se tratase, que le asoma en lo que sería su pierna izquierda, y otro más pequeño todavía en su pierna derecha, y, a pesar de lo que él llama sus “carencias”, se dedica a recorrer el mundo como conferenciante motivacional, o sea, motivando a quien lo necesite con el ejemplo de su vida rica en experiencias y en vivencias, y, especialmente, llena de una fe real en Jesucristo como su Señor y Salvador. Sus palabras hablan por sí solas de lo que Nick proclama y cree: “Como un hijo de Dios, eres hermoso y bello, eres más valioso que todos los diamantes de la tierra. ¡Tú y yo fuimos diseñados con perfección para ser quienes somos!”
La imagen y la vida de Nick ha sido puesta en mi camino para que, si en algún momento se me ocurre pensar que tengo motivos para quejarme, piense en Nick, piense en sus palabras, piense en su lucha superando obstáculos que ni en mis peores pesadillas podría imaginar que me iba a enfrentar con ellos y piense en su sonrisa, su humor, sus ojos llenos de luz, su expresión victoriosa, sus oraciones de agradecimiento y su ministerio de servicio a Dios.