domingo, 14 de abril de 2013

¿SIN TIEMPO?


No tiene tiempo para nada. Todo el día corriendo. Corriendo por la mañana para alcanzar el tren que le
prisa correr sin tiempo estress
lleva a la ciudad donde tiene su trabajo. Trabajo que se acumula por falta de tiempo. Urgencias, prisas, presión, ¿qué día vas a entregar eso? ¿Para cuándo tendremos acabado este proyecto? ¿Crees que estará terminado en fecha?
Hay que comer rápido porque el trabajo, testarudamente, se sigue acumulando. No puede perder la concentración en lo que hace porque si no puede salir mal y tendrá que volver a empezar y sería… ¡tiempo perdido!
“Ya es la hora para irme, ¡tengo que dejarlo, tengo que dejarlo! Si no descanso voy perdiendo capacidad de concentración y es peor, es mucho peor, puede ser ¡tiempo perdido!”
Corriendo para alcanzar el metro que lo llevará a la estación del tren, porque si lo pierde, perderá el enlace y ¡más tiempo perdido esperando al siguiente!
¿Te has fijado en su cara? Rictus de crispación. No hay ni un asomo de sonrisa. Hay seriedad forzada, tensa, como que pudiera desencadenarse una tormenta en cualquier momento… ¿Quién sufrirá las consecuencias de esa tormenta?
“Tendría que estar más tiempo con mi hijo pero es que ¡no tengo tiempo para nada! ¿Te das cuenta que me he comprometido a terminar esto para la asociación y todavía lo tengo así? ¡Para qué me habré metido yo en líos!
¿Ya son las once? Pues nada, hay que recoger que entre unas cosas y otras me dan las once y media sin entrar en la cama… ¡Qué rápido pasa el tiempo! ¡No da tiempo a hacer nada!”