lunes, 19 de junio de 2023

Suicidio, principal causa de muerte entre los jóvenes.

 Oyes la noticia como de pasada. Es como si no se le quisiese prestar atención. A lo mejor es una forma de
no promocionarlo y si vale para eso, me parece bien, aunque hay discrepancias, porque se ha dicho que en algunos ambientes se considera un tema tabú y se piensa que si no se habla de ello, no existe.
Porque detrás de la noticia de pasada, se esconde un titular espeluznante: “El suicidio es la principal causa de muerte en España entre los 15 y los 29 años.” Este es un titular del Observatorio del Suicidio del 2021.
¿Cuál es el motivo según los expertos? Depresión, autoestima, ansiedad, soledad… Se habla de la pandemia y del tiempo post-covid como momentos de la historia reciente en el que se apreció un incremento de los suicidios entre los jóvenes.
Si indagamos un poco, aparecen palabras que últimamente se nos han hecho familiares por el impacto que tienen en la conducta de nuestros jóvenes: “acoso escolar”, “bullying”, “ciberbullying”. Los expertos en estos temas hablan de que los menores afectados por esa violencia en las escuelas tienen tendencia a buscar una “salida” a su problema en el suicidio y lo mismo sucede con los acorralados por el ciberacoso y, como curiosidad, se dan estas ideas también en los propios acosadores, claro que menos que en las víctimas.
Me entristece mucho ver a qué situación se ha llegado en una sociedad llena de privilegios y tecnologías que, en teoría, estaban inventadas para hacernos la vida más fácil.
Según leo en las páginas en donde se habla de esto, el deseo de suicidarse se incrementa en el período de la adolescencia.
Hay estudios que buscan las razones de este incremento pero son bastantes los factores que pueden influir, además de los ya mencionados: en general todo está relacionado con la violencia en sus diferentes manifestaciones: problemas en la familia, separaciones, humillaciones, malos tratos, desengaños amorosos, soledad, la muerte de alguien muy querido, fracaso escolar y, últimamente, los conflictos relacionados con la aceptación sexual.
¡Mucho ojo a la influencia sobre esto de las redes sociales! Ya he mencionado el llamado cyberbullying pero es que la influencia de algunos en las redes puede llevar a situaciones a jóvenes tal vez menos preparados, que los pueden enfocar a un callejón sin salida que puede provocar en ellos pensamientos muy negativos con respecto al valor de la vida.Es una barbaridad pero hay gente que propone el suicidio como una solución para los problemas de la adolescencia, problemas que a veces están magnificados por la poca preparación de los jóvenes en esas edades y claro, después las consecuencias son irreversibles.
¿Se menciona el suicidio en la Biblia? Sí y hay algunos casos que se cuentan: el primero que me consta está en el libro de Jueces en el Antiguo Testamento (AT); se trata de Abimelec y se habla de él en este libro porque fue hijo del juez Gedeón. Su suicidio viene como consecuencia de que después de ser nombrado rey en Siquem (antigua ciudad que fue parte después de Israel),  mató a 70 que eran medio hermanos de él y como consecuencia de esto, uno de los hermanos que se libró, Jotam, pronunció una maldición que se cumplió entre otras cosas con su muerte que se produjo cuando estaba sitiando una ciudad desde la torre de la cual una mujer tiró una piedra de molino que cayó sobra la cabeza de Abimelec y como no murió del impacto le pidió a su escudero que lo matase para que no corriese la voz de que una mujer lo había matado. Podríamos decir que fue provocado por la influencia de la cultura de la época sin tener en cuenta que Dios es quién da la vida y quién la quita, no es potestad del mismo hombre quitársela porque es pecado contra la soberanía divina.
Un caso más conocido es el del rey Saul: su caso fue bastante parecido al del mencionado Abimelec; fue herido en una refriega con sus enemigos los filisteos y para que los filisteos no tuvieran el “honor” de matarlo directamente le pidió también a su escudero que lo matase pero, en este caso, el escudero tuvo miedo de hacerlo por lo que el mismo Saúl se mató echándose sobre su propia espada; cuando el escudero vio lo que Saúl había hecho, hizo lo propio, echándose también sobre su espada.
Cuando hablamos de suicidio desde un punto de vista bíblico, tenemos que tener en cuenta que desde el principio de la historia de la humanidad, el hombre y la mujer tuvieron que elegir entre las ‘tinieblas’ y la ‘luz’ y como dice Juan en su evangelio cuando nos habla de la llegada de Jesús al mundo, los hombres amaron más las tinieblas que la luz, o lo que es lo mismo, le dieron la espalda a Dios (la luz, la vida, la eternidad, la santidad) y abrazaron las promesas de la serpiente (Satanás), representación viva de las tinieblas y la perdición fruto del pecado. 

Hay otros casos que se mencionan en la Biblia como el de Ahitofel, Zimri o el más conocido, Judas, el discípulo que entregó a Jesús. Pero tanto los ya mencionados como éstos, conocían las palabras que Dios había pronunciado en el libro de Deuteronomio (30:19): “Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir! Puedes elegir esa opción al amar, al obedecer y al comprometerte firmemente con el Señor tu Dios. Esa es la clave para tu vida. Y si amas y obedeces al Señor, vivirás por muchos años en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.” En el contexto de Deuteronomio, Moisés estaba poniendo ante Israel que eligiese entre la vida y la muerte, o sea, entre la bendición y la maldición: bendición si obedecían al pacto que Dios les proponía o maldición si preferían desobedecerle, siendo que esta desobediencia conduce a la muerte y muerte eterna. Dios imploraba (y sigue haciéndolo), para que escojamos la vida, o sea, a Él ya que ahí está la bendición. Jesús lo dijo así: “Solo puedes entrar en el Reino de Dios a través de la puerta estrecha. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino.” (Mateo 7:13).
Elegir la muerte es contrario a la propuesta de Dios. Judas, el discípulo que entregó a Jesús, se arrepintió, pero no cambió de dirección, no se convirtió, no cambió porque solo sintió remordimiento. Su objetivo fue las tinieblas, la muerte eterna, mientras que Dios, la Luz Verdadera, nos ofrece la vida, la vida eterna.
El suicidio no es una solución para el sufrimiento; la solución es pedir ayuda al Dador de la Vida. Dice la Biblia que Jesús nos conoce y empatiza con nosotros porque ha estado aquí y ha visto lo que hay; esto nos da seguridad y esperanza: “Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó.” (Hebreos 4:15). Jesús no pecó y cada vez que se encontró con la muerte, trajo vida. Excepto con la suya propia a la que se enfrentó voluntariamente para que nosotros pudiésemos vivir: “Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos.” (2 Corintios 5:15).
Nuestra vida es además muy valiosa para Dios, de hecho, solo nosotros fuimos creados “a imagen” de Dios, no físicamente, sino espiritual, emocional e intelectualmente; sus palabras de amor por nosotros son impresionantes: “Con amor eterno te he amado.” “Su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra.”
Dios es el Señor de la vida y solo Él sabe el día y la hora de nuestra partida.

jueves, 1 de junio de 2023

Agua de mayo

Termina mayo con tormentas, lluvias por todo el país, incluso granizo en las zonas de levante mientras en el noroeste están teniendo días casi de playa. La primavera siempre se presenta locuela, ahora calor, ahora frío, un tiempo de sequía, y ahora, finalmente, agua a raudales. 

Siempre he oído buenos refranes para el agua de mayo, tal vez el más conocido sea el de: "Agua de mayo, pan para todo el año", dicen que los campos y en especial los cereales, se ven beneficiados con la lluvia en este mes, aunque también es verdad que las lluvias torrenciales que han caído en algunos sitios, e incluso el granizo, no parece que hayan sido muy beneficiosos. Lo que sí ha beneficiado, aunque no todo lo suficiente, es al nivel de los embalses que están en un promedio muy por debajo de lo normal por estas fechas, seguramente debido a que los meses de marzo y abril apenas ha llovido nada y encima han sido unos meses muy calurosos.

Siempre que se habla de estas cosas me acuerdo de la promesa que Dios le hizo a Noé después de que terminó el juicio a la humanidad por medio del diluvio: "Entonces edificó Noé un altar al Señor, y tomando de todo cuadrúpedo limpio y de toda ave limpia, ofreció holocaustos sobre el altar.  El Señor percibió el grato olor, y dijo el Señor en su corazón: “No volveré jamás a maldecir la tierra por causa del hombre, porque el instinto del corazón del hombre es malo desde su juventud. Tampoco volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho. Mientras exista la tierra, no cesarán la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche”. (Génesis 8:20-22).
La previsión de Dios anunciaba, después del tremendo cataclismo que supuso el Diluvio Universal, que no cesarían la siembra y la siega, el verano y el invierno, como diciendo que aunque el cambio climático provocado por el egoísmo del hombre esté afectando al clima, el control de Dios seguirá funcionando sobre las estaciones y sobre los cambios propios de cada estación.
Hay algunos textos muy interesantes en la Biblia que ya hace siglos vienen anunciando el "envejecimiento" de  nuestro planeta: "Alcen sus ojos hacia los cielos, y miren abajo hacia la tierra. Porque los cielos se desvanecerán como humo; la tierra se envejecerá como vestidura, y sus habitantes morirán como moscas. Pero mi salvación permanecerá para siempre, y mi justicia no perecerá." (Isaías 51:6). Es verdad que aunque aquí anuncia el envejecimiento de la tierra como si de un vestido se tratase, este versículo tiene un mensaje mucho más potente porque está anunciando el final de los cielos y la tierra actuales, resaltando que si todo esto va a pasar, ¿qué sucederá con los que desprecian el mensaje de Salvación que ha cumplido Jesús cuando vino a la tierra a morir en lugar de los pecadores para que aceptasen la Buena Noticia de que Él es la Puerta para Salvarse del juicio final que condenará a los que han despreciado e insultado a Jesucristo? Esta es la realidad futura pero cercana del mundo y de sus habitantes, no es tan solo el cambio climático y sus consecuencias, es el envejecimiento y final del mundo, pero tenemos que ver la luz que sale del mensaje: los que tienen su felicidad en la justicia y la salvación de Cristo, tendrán su consuelo cuando el tiempo y los días ya no sean más: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los cielos pasarán con grande estruendo; los elementos, ardiendo, serán deshechos; y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas. Ya que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en conducta santa y piadosa, aguardando y apresurándose para la venida del día de Dios! Por causa de ese día los cielos, siendo encendidos, serán deshechos; y los elementos, al ser abrasados, serán fundidos. Según las promesas de Dios esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia." (2ª Pedro 3:10-13).
Es impresionante esta profecía que aparece en la segunda carta de Pedro, el propio universo será conmovido antes del regreso de Jesús porque el fuego consumirá la primera creación para dejar paso a una Creación restaurada y limpia del efecto contaminante del pecado: El cielo y la tierra pasarán dijo Jesús (Lucas 21:33), corroborando lo que se profetiza en diferentes partes de la Biblia, pero lo verdaderamente importante e impactante es la segunda parte del versículo: ..."pero mis palabras no pasarán." La tierra envejece y tiene fecha de caducidad y renovación pero lo que Jesús ha dicho se va a cumplir y no se va a alterar ni en una tilde respecto a lo prometido, a las bendiciones, al Reino de los Cielos y al regreso de Jesús a por los suyos, porque Jesús, que es Dios, tiene una Palabra que no puede ser quebrantada: "Hace mucho tiempo echaste los cimientos de la tierra y con tus manos formaste los cielos. Ellos dejarán de existir, pero tú permaneces para siempre; se desgastarán como ropa vieja. Tú los cambiarás  y los desecharás como si fueran ropa. Pero tú siempre eres el mismo;  tú vivirás para siempre." (Salmo 102:25-27). Al igual que las Palabras de Nuestro Señor nunca pasarán, Dios es inmutable y eterno: En este salmo vuelve a incidir en la imagen de esa ropa que se va gastando y que va a ser renovada, de manera que podemos pensar que Dios tiene como proyecto ya cercano el restaurar todo lo creado a la hermosura original de como fue creada. Siendo esto así, podemos afirmar como Pedro: "El fin de todas las cosas se acerca" (1 Pedro 4:7), todo lo que estamos viviendo y viendo tiene fin porque la historia la marca el Creador. Nosotros podemos ver "señales": desgaste de la tierra, cambio climático, los hielos que hasta hace poco eran llamados 'eternos' se están derritiendo de modo que todo lo profetizado en la Biblia se está cumpliendo o se va a cumplir en breve, se terminará el capítulo actual de la historia y comenzará otro nuevo comenzando por el regreso del Señor: "Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca." (Hebreos 10:25); "El día de su regreso se acerca" dice el autor de Hebreos, un regreso esperado por todos los verdaderos creyentes, los que han confesado a Jesús como su Señor y Salvador. 
Debemos de pensar que si en los tiempos de los escritores de la Biblia ya estaban esperando el regreso de Jesús, está mucho más cercano su regreso para nosotros. Recordemos que para el Señor mil años son como un día, por lo tanto no tiene que asombrarnos.
Como dice Pablo en Filipenses: ¡El Señor está cerca! así que actuemos como tal, siendo sobrios, equilibrados y pacientes, sabiendo que Él no retarda su promesa y que al igual que en mayo llegó la lluvia, en el mayo del final de los tiempos, llegará La Luz de la Vida que cambiará la historia en declive de este mundo hacia la historia de Victoria esperada en Jesús.