jueves, 1 de junio de 2023

Agua de mayo

Termina mayo con tormentas, lluvias por todo el país, incluso granizo en las zonas de levante mientras en el noroeste están teniendo días casi de playa. La primavera siempre se presenta locuela, ahora calor, ahora frío, un tiempo de sequía, y ahora, finalmente, agua a raudales. 

Siempre he oído buenos refranes para el agua de mayo, tal vez el más conocido sea el de: "Agua de mayo, pan para todo el año", dicen que los campos y en especial los cereales, se ven beneficiados con la lluvia en este mes, aunque también es verdad que las lluvias torrenciales que han caído en algunos sitios, e incluso el granizo, no parece que hayan sido muy beneficiosos. Lo que sí ha beneficiado, aunque no todo lo suficiente, es al nivel de los embalses que están en un promedio muy por debajo de lo normal por estas fechas, seguramente debido a que los meses de marzo y abril apenas ha llovido nada y encima han sido unos meses muy calurosos.

Siempre que se habla de estas cosas me acuerdo de la promesa que Dios le hizo a Noé después de que terminó el juicio a la humanidad por medio del diluvio: "Entonces edificó Noé un altar al Señor, y tomando de todo cuadrúpedo limpio y de toda ave limpia, ofreció holocaustos sobre el altar.  El Señor percibió el grato olor, y dijo el Señor en su corazón: “No volveré jamás a maldecir la tierra por causa del hombre, porque el instinto del corazón del hombre es malo desde su juventud. Tampoco volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho. Mientras exista la tierra, no cesarán la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche”. (Génesis 8:20-22).
La previsión de Dios anunciaba, después del tremendo cataclismo que supuso el Diluvio Universal, que no cesarían la siembra y la siega, el verano y el invierno, como diciendo que aunque el cambio climático provocado por el egoísmo del hombre esté afectando al clima, el control de Dios seguirá funcionando sobre las estaciones y sobre los cambios propios de cada estación.
Hay algunos textos muy interesantes en la Biblia que ya hace siglos vienen anunciando el "envejecimiento" de  nuestro planeta: "Alcen sus ojos hacia los cielos, y miren abajo hacia la tierra. Porque los cielos se desvanecerán como humo; la tierra se envejecerá como vestidura, y sus habitantes morirán como moscas. Pero mi salvación permanecerá para siempre, y mi justicia no perecerá." (Isaías 51:6). Es verdad que aunque aquí anuncia el envejecimiento de la tierra como si de un vestido se tratase, este versículo tiene un mensaje mucho más potente porque está anunciando el final de los cielos y la tierra actuales, resaltando que si todo esto va a pasar, ¿qué sucederá con los que desprecian el mensaje de Salvación que ha cumplido Jesús cuando vino a la tierra a morir en lugar de los pecadores para que aceptasen la Buena Noticia de que Él es la Puerta para Salvarse del juicio final que condenará a los que han despreciado e insultado a Jesucristo? Esta es la realidad futura pero cercana del mundo y de sus habitantes, no es tan solo el cambio climático y sus consecuencias, es el envejecimiento y final del mundo, pero tenemos que ver la luz que sale del mensaje: los que tienen su felicidad en la justicia y la salvación de Cristo, tendrán su consuelo cuando el tiempo y los días ya no sean más: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los cielos pasarán con grande estruendo; los elementos, ardiendo, serán deshechos; y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas. Ya que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en conducta santa y piadosa, aguardando y apresurándose para la venida del día de Dios! Por causa de ese día los cielos, siendo encendidos, serán deshechos; y los elementos, al ser abrasados, serán fundidos. Según las promesas de Dios esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia." (2ª Pedro 3:10-13).
Es impresionante esta profecía que aparece en la segunda carta de Pedro, el propio universo será conmovido antes del regreso de Jesús porque el fuego consumirá la primera creación para dejar paso a una Creación restaurada y limpia del efecto contaminante del pecado: El cielo y la tierra pasarán dijo Jesús (Lucas 21:33), corroborando lo que se profetiza en diferentes partes de la Biblia, pero lo verdaderamente importante e impactante es la segunda parte del versículo: ..."pero mis palabras no pasarán." La tierra envejece y tiene fecha de caducidad y renovación pero lo que Jesús ha dicho se va a cumplir y no se va a alterar ni en una tilde respecto a lo prometido, a las bendiciones, al Reino de los Cielos y al regreso de Jesús a por los suyos, porque Jesús, que es Dios, tiene una Palabra que no puede ser quebrantada: "Hace mucho tiempo echaste los cimientos de la tierra y con tus manos formaste los cielos. Ellos dejarán de existir, pero tú permaneces para siempre; se desgastarán como ropa vieja. Tú los cambiarás  y los desecharás como si fueran ropa. Pero tú siempre eres el mismo;  tú vivirás para siempre." (Salmo 102:25-27). Al igual que las Palabras de Nuestro Señor nunca pasarán, Dios es inmutable y eterno: En este salmo vuelve a incidir en la imagen de esa ropa que se va gastando y que va a ser renovada, de manera que podemos pensar que Dios tiene como proyecto ya cercano el restaurar todo lo creado a la hermosura original de como fue creada. Siendo esto así, podemos afirmar como Pedro: "El fin de todas las cosas se acerca" (1 Pedro 4:7), todo lo que estamos viviendo y viendo tiene fin porque la historia la marca el Creador. Nosotros podemos ver "señales": desgaste de la tierra, cambio climático, los hielos que hasta hace poco eran llamados 'eternos' se están derritiendo de modo que todo lo profetizado en la Biblia se está cumpliendo o se va a cumplir en breve, se terminará el capítulo actual de la historia y comenzará otro nuevo comenzando por el regreso del Señor: "Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca." (Hebreos 10:25); "El día de su regreso se acerca" dice el autor de Hebreos, un regreso esperado por todos los verdaderos creyentes, los que han confesado a Jesús como su Señor y Salvador. 
Debemos de pensar que si en los tiempos de los escritores de la Biblia ya estaban esperando el regreso de Jesús, está mucho más cercano su regreso para nosotros. Recordemos que para el Señor mil años son como un día, por lo tanto no tiene que asombrarnos.
Como dice Pablo en Filipenses: ¡El Señor está cerca! así que actuemos como tal, siendo sobrios, equilibrados y pacientes, sabiendo que Él no retarda su promesa y que al igual que en mayo llegó la lluvia, en el mayo del final de los tiempos, llegará La Luz de la Vida que cambiará la historia en declive de este mundo hacia la historia de Victoria esperada en Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Hola! anímate a dejar tu comentario ¡Bendiciones!
Toda opinión es respetada pero comentarios que difamen el nombre de Dios serán ELIMINADOS.