lunes, 31 de enero de 2022

Abran los ojos

El título de “Abran los ojos” proviene de Romanos 13:11 donde dice: “Es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.” El siguiente texto amplia un poco el contexto del aviso bíblico: “La noche ya casi llega a su fin; el día de la salvación amanecerá pronto. Por eso, dejen de lado sus actos oscuros como si se quitaran ropa sucia, y pónganse la armadura resplandeciente de la vida recta.”

¿Qué significa que ahora está más cerca la salvación que cuando creímos? Si habla de los que creímos se está dirigiendo a los cristianos. Los cristianos tenemos que estar en vela, de guardia, porque esperamos el regreso del Señor. Jesús nos avisó claramente sobre esto: “¡Así que ustedes también deben estar alerta!, porque no saben qué día vendrá su Señor.” (Mateo 24:42-NTV (Nueva Traducción Viviente)). Esto es porque nadie sabe cuando vendrá Jesús de nuevo aunque estamos seguros de que vendrá de nuevo porque Él lo dijo: “No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.” (Juan 14:1-3). La claridad conque Jesús habla aquí me llena en especial porque es como si nos estuviera poniendo a prueba: “¿Les habría dicho que voy a prepararles un lugar conmigo si no fuese a volver?” Los creyentes tenemos que mirar el momento histórico que estamos viviendo con perspectiva de eternidad, tenemos que darnos cuenta del momento que vivimos, ver como evoluciona, el mal, ver que cada vez hay más gente que a lo ‘malo’ llama bueno y a lo bueno, malo. Dios tiene un plan eterno hecho desde antes que creara el mundo en el que vivimos y nosotros estamos viviendo el último tiempo, no queda mucho por delante aunque los hombres hablan de planes para dentro de muchos miles de años ¿cómo? Borrando a Dios de su mente y por lo tanto eliminando toda posibilidad de intervención divina. Pero esa es la actitud normal del que no cree. Haciendo referencia a los textos de arriba, el que no cree es como si estuviese dormido en los brazos del diablo. Fijaros como lo dice la Biblia: “…el mundo que nos rodea está controlado por el maligno.” (1 Juan 5:19).

El Señor Jesús va a venir cuando menos lo esperemos; la Biblia dice que va a ser así, repentinamente. Por eso nos aconseja velar y orar: “¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.” (Mateo 25:13) Pero volviendo a la pregunta, el autor de la carta, el apóstol Pablo, se está refiriendo a lo que falta por completar nuestra salvación, en el sentido del momento en que nuestros cuerpos serán glorificados a imagen del cuerpo de Jesús y esto sucederá en nuestro encuentro con el Salvador físicamente, cuando Él nos lleve consigo. Por eso si su regreso está más cerca, la glorificación también; la glorificación alcanza cosas maravillosas que están por suceder y que hasta ahora no hemos vivido: seremos separados totalmente de la presencia del pecado y en consecuencia ya no volveremos a sufrir sus consecuencias: dolor, enfermedad, lágrimas, ansiedad, preocupaciones, etc. Esta es la idea: nuestra glorificación está más cerca que cuando creímos al principio porque cada vez está más cerca el encuentro con nuestro Señor y Salvador. Por eso no tiene sentido que los verdaderos cristianos estén “durmiendo” como los no cristianos, sino que debemos estar alertas en el sentido de saber que Su regreso está próximo y de ahí la razón del versículo 12 (“La noche ya casi llega a su fin; el día de la salvación amanecerá pronto.”) La noche se refiere al tiempo actual porque el mundo está en tinieblas a consecuencia del pecado por eso en el Evangelio de Juan dice en su primer capítulo que cuando llegó Jesús por primera vez a la tierra, su luz estaba entrando en el mundo pero, sin embargo, el mundo prefirió las tinieblas a la luz porque la luz descubre ‘las obras malas’: “Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo. Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.” (Juan 1:9-12). “la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas.” (Juan 3:19).

Al estar acabándose ‘la noche’, el ‘día de salvación’ llega, es un amanecer eterno, glorioso porque Jesucristo llegará y resplandecerá en toda Su gloria y esplendor. Por eso los cristianos debemos estar preparados para cuando Él llegue, no en el sentido de estar ‘parados’ mirando al cielo a ver si lo vemos llegar, sino en el sentido de que cuando llegue ¡por sorpresa! nos encuentre ocupados en obedecerle, portarnos como Él desea que lo hagamos según las instrucciones que tenemos en la Biblia y según el Modelo por experiencia que es Jesús mismo, por eso dice en ese versículo 12 que no nos encuentre haciendo obras propias de la gente que ama las tinieblas, sino todo lo contrario, poniéndonos la armadura resplandeciente de la que nos habla Efesios 6, “las armas de la luz”, la armadura que Dios nos ha entregado: el cinturón de la Verdad, la coraza de la Justicia de Dios, el calzado propio del Evangelio de la Paz, el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. Esa es la armadura de Dios que nos entrega para mantenernos firmes en la victoria que ya ha conseguido nuestro Señor.

Un poquito más y todo esto que está anunciado será pasado, pero para los cristianos, el futuro se presentará como un día brillante, eterno, sin oscuridad posible, porque estaremos al lado del Dios eterno y glorioso que es el Señor Jesucristo.