domingo, 2 de enero de 2022

Titulares

Hoy me he levantado con estos titulares: “La Nochevieja deja en la Comunidad de Madrid más de un
centenar de reyertas y 44 accidentes de tráfico.” “El 112 recibió más de 2.200 avisos esta noche, 156 por intoxicación etílica.” “Detenida la madre de un niño de dos años al que dejó solo en la terraza de su casa para irse de fiesta en Nochevieja.” “Un hombre mata a su hija, de tres años, y luego se suicida.” “La corrupción, la violencia de género y el covid, protagonistas del año judicial madrileño.” “Un joven muerto, un herido grave y 10 detenidos tras una reyerta entre bandas latinas.” “El juez ordena prisión para el presunto autor de dos crímenes en un bar.” “Un joven apuñalado en X, muy grave.” Hay más, por supuesto y alguno también con noticias más positivas pero cuando oía estos titulares por la mañana mientras desayunaba, me vino a la mente este texto: “…desde su juventud las intenciones del corazón del hombre son malas.” Ya sé que ya lo he comentado alguna vez pero no deja de sorprenderme el que aún haya “intelectuales” que afirmen que el hombre, en el fondo, es bueno…

La frase “…desde su juventud las intenciones del corazón del hombre son malas.” está sacada del primer libro de la Biblia, el Génesis pero es una constante a través de todo El Libro sagrado la realidad de que el hombre, desde que se ha apartado de Dios, está perdido guiado por su instinto orgulloso, intentando defender lo indefendible: que solo va a salir de esta situación. Y con una cerrazón imperturbable, se agarra a esa ilusión cuando que la realidad nos muestra unos titulares cada mañana que gritan justicia… 

La Palabra de Dios nos profetiza que un día llegará esa Justicia deseada de la mano del Único que la puede conseguir: Jesús. Es interesante ver que Jesús ha sido semi protagonista durante estas pasadas fiestas por la celebración de su nacimiento en Belén; digo semi protagonista porque la gente ya se ha encargado de sacar ese protagonismo al Único que lo merece porque la Navidad comenzó como la celebración de Su cumpleaños y lo ha reemplazado por el hombre mismo, en un esfuerzo aparentemente generoso, para demostrar que el hombre es bueno y que puede ser amable y generoso, especialmente en estas fechas y más especialmente si delante tiene una pléyade de cámaras que recogen la prueba de su bondad. ¡Que contraste con Jesús! que enseñó que en cuanto a lo que se tratase de ser generoso, la mano izquierda no debía de enterarse de lo que hiciese la mano derecha (Mateo 6:3), pero “ayudar al necesitado” recompensa, sobre todo al YO y al orgullo de nuestro corazón que está necesitado de blancura y pureza debido al peso de la suciedad que lo recubre.

¿Qué puede haber en el corazón de una madre que deja a su bebé de dos años solo en su casa para irse de fiesta y regresar con un evidente estado de embriaguez? Nada, vacío, necesidad de satisfacer lo que le pide su cuerpo en su posible condición de dependiente de alcohol o de lo que sea. Esto es lo que da el mundo dominado por el príncipe del mal.

Pero hay esperanza. Después de oír esos macabros titulares, me sumergí en el último libro de la Biblia, el Apocalipsis, la Revelación de Dios sobre los últimos acontecimientos que aún están por llegar y leí lo siguiente: “Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y el mar tampoco existía ya. Vi también que la ciudad santa, la nueva Jerusalén, descendía del cielo, de Dios, ataviada como una novia que se adorna para su esposo.  Entonces oí que desde el trono salía una potente voz, la cual decía: «Aquí está el tabernáculo de Dios con los hombres. Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni más llanto, ni lamento ni dolor; porque las primeras cosas habrán dejado de existir. El que estaba sentado en el trono dijo: «Mira, yo hago nuevas todas las cosas.» Y me dijo: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.»  También me dijo: «Ya está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.  El que salga vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.” (Apocalipsis 21:1-7).

El que estaba sentado en el trono es Jesús, quien va a hacer todas las cosas nuevas, por tanto en Él está la esperanza, la clave, la llave, la puerta, el futuro, la eternidad. Pero la gente sigue cerrando los ojos.

Hoy leí en la hoja del calendario correspondiente al último día del año 2021 (© Editorial La Buena Semilla), sobre “el reloj del fin del mundo.” Se trata de un reloj virtual imaginado por una asociación de científicos a principios de la guerra fría (1947). Si lo buscas en Internet podrás ver que las agujas están cerca del 12 de la noche, la hora que representa el fin del mundo. Se pone regularmente “a la hora” en función de las tensiones internacionales y de la evolución de las amenazas ecológicas, nucleares o tecnológicas. Desde el año 2020 el reloj marca solo 100 segundos para la medianoche, la mayor proximidad al fin en toda su historia. 

Sin embargo, el reloj que vale es el de Dios y Él no ha revelado cuántos segundos faltan para la medianoche. Jesús nos aconsejó que estuviésemos atentos a las “señales de los tiempos”: “Por la mañana, ustedes dicen: “Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y nublado.” ¡Bien que saben distinguir el aspecto del cielo, pero no pueden distinguir las señales de los tiempos!” ¿Sabemos distinguir estas señales? Creo que los titulares con los que he empezado este artículo son señales de la degradación moral de nuestra sociedad, siendo una de las consecuencias del rechazo a Dios. La historia nos demuestra que el mantenerse de espaldas a Dios no es bueno. Y ante las evidencias que nos rodean, un mundo de espaldas totalmente a Dios no va a tener muchos más siglos de existencia, no porque yo lo sepa o adivine, sino porque Dios ha dicho que “está establecido” que va a haber juicio y Jesús llegará para reinar mil años en este planeta. Cuando empiecen los tiempos del juicio se terminará el llamado “tiempo de la gracia” lo que supondrá que ya no habrá solución a nuestro problema de alejamiento del Dios Todopoderoso, Creador, Señor y Soberano. Pero HOY todavía Dios ofrece salvación gratuita a todo el que cree en Jesús: “…la dádiva (el regalo) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.” (Romanos 6:23). Por tanto HOY es el día apropiado para pedir perdón a Dios y rogarle que entre a formar parte de nuestra vida en la persona de Jesucristo quien dio su vida por amor a nosotros, para librarnos del juicio de condenación y disfrutar de una salvación, evidentemente inmerecida, pero que por amor Jesús quiso regalarnos y darnos la oportunidad de enmendar el terrible error que supone vivir a espaldas del Creador de la Vida, del Autor de la Salvación. La cita del versículos de Hechos 16:31 tiene un llamado urgente: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.” Amén.

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