El calor no da tregua. Pero
estamos en la época, pleno Agosto, así que es más lógico que el sol apriete
ahora y no en Octubre.
Ya se han terminado las
vacaciones, ese hermoso paréntesis del que hablaba hace pocos días, ya estamos
de nuevo en ruta, rutina rutinaria, empezando a rodar. Se ocupa más el tiempo y
es más difícil buscar el momento para reflexionar, además, el calor no ayuda
demasiado. Me obligo. No sé si hay alguien que tenga tiempo para gastarlo en
leer estas humildes líneas, pero pensando en ese “alguien” siento una
responsabilidad que debo cumplir (mis pensamientos, emociones…), es una
responsabilidad liviana pero responsabilidad al fin y al cabo a mis hipotéticos
lectores. Todavía no soy consciente de esto, no me veo como escritor. Debe ser
bonito. Me acuerdo de Manuel.
Manuel José Díaz Vázquez es un
escritor, paisano y hermano. Este verano estoy leyendo su último libro “Apuntes
y memorias del peor estudiante del mundo” de la editorial Liber Factory. Me
gusta mucho leer sus trabajos porque me transporta a mi infancia, a ese
entorno, a aquellas escuelas, a aquellos amigos compañeros de estudios y de
penalidades. Manuel me lo ha dedicado en persona y yo pensaba sobre esto de lo
qué pensará un escritor de verdad sobre los que leemos su obra, lo que él ha
parido, a veces tan suyo, y, sin embargo, ahora, tan de todos.
He quedado en escribirle mis
impresiones cuando lo termine de leer. Es muy fácil porque me identifico mucho
con su manera de ver las cosas, “con sentido del humor e ironía ingenua” como
dice en el comentario de la contraportada. Es su cuarto libro. Los tres
anteriores se los comenté en persona, en mis esporádicas visitas “al pueblo”
(como dicen aquí). En su segundo libro me escribió en la dedicatoria “…
agradeciéndole su atenta lectura y sus comentarios.” Lo hago con gusto, como
digo, y lo animo y me gusta como escribe, claro que estoy en la parte del
lector, del crítico, en la parte en la que no se nos exige nada, tan solo se
nos agradece el entusiasmo. ¿Cómo será desde su parte? Supongo que se buscará
la perfección, el estilo, la ingeniosidad, tal vez la humildad y la sencillez…