sábado, 2 de diciembre de 2023

Diciembre

Noviembre no me ha dado un respiro, ha sido un mes difícil  con muchas situaciones de las que pasan en la vida que te dejan un regusto a humedad de casa antigua a la que tienes que entrar porque no te queda otra pero de la que estás deseando salir para buscar el "calor del hogar" cuanto antes.

Y ya estamos en diciembre, con su hipocresía de luces de colores, preparativos, compras, cenas de empresa y demás cosas típicas de este mes que por ser tan "activo" nos dejas casi desbocados a la puerta de un nuevo año.

No he querido que se terminara el año sin escribir algo aquí y me he aplicado en buscar algunos textos bíblicos para compartir que tengan alguna relación con el mes de diciembre y con su ambiente. Y el primero que me ha surgido dice así: "Más vale tener poco, con el temor del Señor, que tener grandes tesoros y vivir llenos de angustia." (Proverbios 15:16). La carrera contra reloj de diciembre comienza el último viernes de noviembre con el pistoletazo de salida para el llamado black friday: los comercios parece que enloquecen con un afán por vender desmesurado con los ojos puestos en el final del año donde la espiral de gasto se dispara, especialmente "si tienes plata". La Biblia va siempre "contra corriente" especialmente en lo que concierne a la "corriente de este mundo" porque el cristiano sabe que lo que tengamos y amontonemos en este mundo, aquí se va a quedar y por eso nos aconseja que "hagamos tesoro en el cielo" en el sentido de que todas nuestras obras deben de buscar sumar aprobaciones de nuestro Señor con el que pasaremos una eternidad y no ojos de envidia con los de nuestro alrededor que lo único que generan es codicia que no conduce más que a la amargura. Aunque nadie se lo crea, solo los cristianos que lo experimentan, la santidad y el amor son suficientes aunque tengamos pocas cosas del mundo, porque, aunque nadie se lo crea, los que tienen mucho dinero tienen miedo a que se lo roben a a tener menos y, a causa de eso, corren grandes peligros especialmente cuando no quieren saber nada de Dios y menos de ayudar a los más necesitados. La vida agradable y fácil es consecuencia del gozo cristianos que solo te lo da el saber que Jesucristo te ha dado la paz con Dios y que te espera una vida eterna en el Paraíso perdido por causa de darle la espalda al Creador.  Es muy interesante como sigue el texto: "Un plato de verduras con alguien que amas es mejor que carne asada con alguien que odias." Cuando compartes una comida sencilla con alguien a quien amas, sea en la tranquilidad de tu casa, sea en la armonía de la convivencia con los hermanos en la fe, sabes que te va a saber mucho mejor y te va a sentar bien que si compartes una comida opípara en la compañía de gente que te muestra desconfianza, incluso que te puede odiar en su interior aunque no te lo diga pero que sientes en la frialdad de la relación y la hipocresía de personas que tienen mucho materialmente pero muy poco o nada espiritualmente.

"Podemos hacer nuestros propios planes, pero la respuesta correcta viene del Señor." (Proverbios 16:1). Yo los he llamado 'preparativos', preparativos de comidas y cenas, preparativos de entregas de regalos en Nochebuena y Reyes, preparativos de viajes con la idea de estar en otro sitio al inicio del nuevo año, etc., etc. Este proverbio nos recuerda el refrán que dice: "el hombre propone y Dios dispone"; no tenemos la capacidad de prever lo que nos va a suceder en el próximo minuto; como he comentado al principio, si previese todo lo malo que me iba a suceder en el mes de noviembre, me lo habría saltado, si pudiera; está muy claro que no somos dueños de nuestro destino, ni lo podemos prever, ni lo podemos manejar y menos si somos hijos de Dios que conocemos que nuestra vida y nuestro destino está en Sus manos. Siempre pueden aparecer "golpes de realidad" que se impongan ante nuestro planes y deseos. Por eso el Señor nos aconseja a través del apóstol Santiago: "¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto y aquello." (Santiago 4:14-15). Siempre se cumplirá lo que Dios decida no lo que el hombre planee. Hay más proverbios en esta línea, veamos otro: "Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá." (Proverbios 19:21). 

No quiero dejar en el aire la idea de inseguridad, vulnerabilidad y miedo que circula mucho por las redes en estos tiempos. Es verdad que la mayoría de los proverbios nos amonestan o nos ponen en alerta ante la cruda realidad que nos rodea, pero hay muchos otros que nos recuerdan dónde está la seguridad, la estabilidad, el equilibrio, por ejemplo: "Oh, hijo mio, dame tu corazón; que tus ojos se deleiten en seguir Mis caminos." (Proverbios 23:26). Como escribió alguien: "El único lugar donde tu corazón está seguro es en las manos de Dios. Ríndelo completamente al Señor." Hermoso ¿verdad? Yo al menos así lo siento en mi interior. En medio de la vorágine de la vida, Dios nos pide un poco de atención: "Dame tu corazón, hijo mío." Dios nos ama y no quiere nuestra perdición, por eso insiste en buscarnos, en pedirnos que le oigamos, porque sabe que por el único lugar que vamos a andar seguros, es en Sus caminos, donde está Él, el Dios Todopoderoso, Sabio, Justo, Bueno. "¡Préstame atención!" nos recuerda el buen Dios a lo largo de toda Su Palabra, nos anima a contemplar Sus caminos, Su enseñanza, su buena noticia que nos lleva a levantar la mirada a nuestro Señor Jesucristo para aceptarlo como nuestro Salvador hasta el punto de que esa aceptación nos transforma en hombres y mujeres nuevos, con un propósito y un futuro de esperanza lograda por los méritos de nuestro bendito Salvador.

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