Todos los santos... difuntos... visita a los cementerios... fiesta de
Halloween... en estas fechas de principios de Noviembre es normal oír todas estas
palabras y ver a la gente y a los niños disfrazados de “muertos” para
divertirse como si de otro carnaval se tratara pero tocando temas siniestros
para que produzcan risa, diversión y una especie de burla o provocación “valiente”
contra la muerte y todo lo que representa en imágenes que pueden producir
repulsión, temor, rechazo pero que, en el fondo, te dicen, es una disculpa más
para divertirse.
Si indagamos en la historia, todas estas fiestas y tradiciones casi
siempre tienen algún motivo religioso detrás, a veces a la misma iglesia y
otras muchas derivan de fiestas paganas que se fueron adaptando a los tiempos
hasta que perdieron sus raíces más profundas y ha quedado en una fiesta de las
muchas que se organizan para “alegrar la vida que tan solo son dos días” (te
cuentan). Por ejemplo Halloween procede de los Celtas y de los sacerdotes paganos
que los gobernaban, los druidas, satanistas
que alababan y servían al dios de la muerte Samhain. Cada año, el 31 de Octubre,
los Druidas celebraban la noche del Samhain, mejor conocido como el festival de
la muerte, el que es reconocido actualmente por los satanistas. Antón Lavey,
autor de la “biblia satánica” y gran sacerdote de las iglesias satánicas, dice
que existen tres días importantes para los satanistas: su cumpleaños, el 30 de
abril y el día más importante: Halloween. Añade que es en esa noche en la que
los poderes satánicos llegan a su nivel máximo.
Lo del “truco o trato” también proviene de una adaptación de algunas
de las costumbres de esos druidas: iban de casa en casa demandando todo tipo de
comidas extrañas para su propio consumo y para ofrecerla después en el festival
de la muerte. Si la gente se negaba a sus demandas hablaban una maldición
demoníaca sobre el hogar, y la historia cuenta que alguien de esa familia moría
en transcurso del año. ¿Y de dónde procede el nombrecito de Halloween? Se
remonta nada menos que al siglo IX. En ese siglo, el Papa declaro el 1 de
noviembre como el día de todos los santos, en honor a todos los martirizados.
La misa que se decía en el día de los santos es el “All hallowmas” y con los años
se convirtió en All Hallows Eve, All Hallowed Eve y finalmente Halloween.